Lujuria:
Apetito sexual excesivo, la lujuria que sentía cuando veía a aquella mujer le quitaba el sueño.
¿Pero que hacer con esos sentimientos?
La lujuria se vence cuando guardamos la mente pura y dedicamos toda nuestra energía a servir a Dios y al prójimo según nuestra vocación.
Si nos tomamos en serio nuestra vida en Cristo podremos comprender el gravísimo daño que la lujuria ocasiona y, aunque seamos tentados estaremos dispuestos a luchar y sufrir para liberarnos.
Si nos tomamos en serio nuestra vida en Cristo podremos comprender el gravísimo daño que la lujuria ocasiona y, aunque seamos tentados estaremos dispuestos a luchar y sufrir para liberarnos.
Las mujeres formamos parte de los pecados de los hombres, sin embargo, todas tenemos el derecho de decir, no.
¿No se te antoja pecar?
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